Propiedades medicinales aloe vera
El Aloe Vera, más conocido en el mundo de la medicina natural como sábila o sávila, es una planta de la familia Xanthorrhoeaceae, cuyo nombre es de origen incierto, pero se cree que podría derivar del griego.
Crece en terrenos desiertos y rocosos costeros, y su tallo puede llegar a crecer hasta 30 cm.
Se trata de una planta que se ha vuelto muy popular dentro de la fitoterapia y a la que cada vez más personas recurren por sus múltiples usos curativos. Se trata de un excelente remedio para una gran variedad de problemas como alergias, quemaduras y escozores, cicatrices, picaduras, heridas, hemorroides… entre muchos otros.
Es un excelente antiséptico (el gel que se extrae del Aloe Vera contiene agentes antisépticos de elevada actividad antibacteriana), astringente, analgésico y anticoagulante.
Propiedades medicinales del Aloe Vera
- Ayuda a digerir minerales, además de contenerlos (zinc, calcio, selenio y hierro, entre otros).
- Es capaz de regenerar las células de tu piel, siendo así extremadamente útil a la hora de lidiar contra heridas o irritaciones.
- Oxigena tu sangre, facilitando a tu organismo la distribución de glóbulos rojos.
- Limpia tu tracto digestivo, y lo mantiene libre de bacterias.
- Depura y tonifica tu organismo y te abre el apetito. El germanio que contiene (junto al ging-seng y las setas shitake es considerada planta milagrosa por este motivo) es el responsable de ello; produce endorfinas, famosas por la sensación de bienestar que otorgan. Es por consiguiente también, una planta que te ayuda a mantener tu línea.
- Dado que potencia tu sistema inmunológico con los polisacáridos que contiene, combate virus como la gripe o la laringitis.
- Como laxante natural, facilita el movimiento intestinal y evita el estreñimiento.
- Revitaliza el cabello haciéndolo más reluciente, dócil y resistente.
- Por otro lado, el Aloe Vera absorbe y reduce el olor que tu cuerpo desprende, lo que lo convierte en un perfecto desodorante.
Cómo se usa el Aloe Vera
Sus dos usos más comunes:
Extracto fluido: El Aloe Vera se ingiere limpiando con agua una de sus hojas, y realizando un corte en su parte inferior. Después, se corta el trozo deseado y se prescinde de los bordes de la planta (pues contienen espinas). Luego, con la ayuda de un cuchillo, se elimina la parte superior e inferior de su corteza. Tras limpiar la pulpa con agua, puedes mezclarla con zumo de frutas o consumir tal cual directamente.
Crema: Si lo que deseas es utilizar el Aloe Vera en tu piel, corta un trozo de dos dedos de la hoja (y sus bordes) y deja a cada lado una de las partes de la corteza, realizando otro corte en su mitad. Hecho esto, aplícalo en el lugar que desees.
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